Ingreso
En esta primera instancia el trabajo está centrado en los hábitos y actitudes de cada persona, que son abordados a partir de un modelo básicamente educativo. En este período se hace imprescindible una intervención basada fundamentalmente en la “presencia”, tanto a nivel educativo como de contención, de quienes conforman el equipo de trabajo. Esta presencia se va descentrando paulatinamente a lo largo de todo el tratamiento, el primer paso para ello es el trabajo abocado a la conformación de grupos, partiendo de la grupalidad de individualidades, de este modo comienza a operar un proceso incipiente de autogestión.